tengo una confesión que hacerte. y es que, cuando digo que no tengo miedo de nada no es del todo cierto. eso lo tienes que saber. pero no creo que sepas el por qué. el por qué yo tampoco lo sé, pero sé el motivo, que es parecido pero no lo mismo. y es que tengo miedo, sí, miedo de dejar de ser como soy. no es tan como suena. es posible que a veces me sienta como una idiota, o parezca que me comporte como una tonta. pero la verdad, y eso de seguro lo sabes, es que peco de inocente. inocente y confiada. pero todo tiene ahí su base, en que de "buena" soy tonta. entrecomillado, sí. no quiero perderme nada, así que intento ir con todo el cuidado del mundo, para todo y para con todos. y así pasa. que qué pasa? pues pasa lo que pasa, ya lo sabes. que me quieren romper, una tras otra, unos tras otros. por mi bien, podría decir, y lo pensarías tú también. lo que me da miedo es eso, que lo consigan. que de tanto insistir, casque. como lo de mecano de los mosquitos, que de tanto dar contra el cristal, se han colado en la bombilla. sólo que un poquito al revés, no? yo saldría de la ilusión, de la fantasía, de la esperanza y de todas esas tonterías. me sacarían de ahí a palos. y yo ya no sé si me resisto o es que aun no me habían dado tan fuerte como se necesitaba. o necesitaba. pero tengo miedo, lo confieso. no quiero llegar y, precisamente, no llegar, por estar mirando a otro lado, o hacer que miro hacia otro lado por miedo a volver a tener miedo, y por no ser tonta cometer la mayor tontería. y si te dejo pasar de largo? no, no es eso a lo que le tengo miedo. sé que no es eso. si tenemos que llegar, llegaremos. pero no sé si llegaré entera. a lo mejor, o a lo peor, tenga algo que perder todavía, para ganar algo que me falte. pero es que no sé si me sobra nada. de no darlo, quizá sí me sobre. tengo demasiada, demasiada tontería. en la cabeza también. pero, sobre todo, símplemente dentro. el problema es que soy así. y si soy algo, es eso. símplemente. y completamente. eso, nada más. todo lo que creo que tengo para dar y que cada día me convencen un poquito y un poquito más de que no tengo, de que no existe. pero qué diferencia hay. espero que me lo digas.