Y, ¿qué? Conmigo no cuentes...

Y aunque duela, voy a tener que conformarme conmigo. Porque no me voy a conformar con nada ni nadie más. Y si nadie se quiere conformar conmigo, tendré que aguantarme lo mismo.

"¿Qué más da el día que te mueres? Lo importante es que te mueres."

Y hasta entonces, te toca vivir. Y seguir viviendo. No se te permite, hasta ese momento, dejar de hacerlo ni un sólo instante.

Y mientras tanto, todo lo que diga y todo lo que haga sólo tendrán importancia y repercusión para y sobre mí misma.

Porque a los demás no les importará mientras no me importen a mí. Y aunque no puedo evitar que me importen aunque yo no importe para ellos, tampoco se puede controlar el cuándo lo hacen, el cuándo les vas a corresponder ni si habrá siquiera un "cuándo" en el que coincidiréis.

Y todo así. Porque la vida es esta condena. Este quiero y no puedo. Este podría pero no es lo que quiero.

Y así seguimos, esperando sin saber el qué. Mirando el reloj sin saber hasta cuándo. Con esta sensación de vacío. Este "me olvido de algo pero no sé de qué".

Algo que falta, una sensación extraña. Siempre, siempre está ahí. Hasta que llega un momento, que como viene se va, en el que te olvidas de todo eso. Nada importa, sólo lo que tienes delante. Y sí, te gustaría hacer algo más quizá, o de otra manera. Pero sabes que es lo que hay, y como no tienes ni aspiras a nada más, no te importa. A veces con ver lo que quieres te es suficiente mientras que no tengas opción alguna.

Y mientras escribimos versos a quien no los quiere, o a quien quizá no exista aún. Y hacemos planes para un dinero que no tenemos. Y planificamos un tiempo que no podemos permitirnos. Y soñamos con palabras que nadie nos dice.

Están muy ocupados diciéndoselas a otros que no las quieren o no las aprecian. Y tal vez sea precisamente por eso. Y qué más da.

Es dificil conformarse. A veces se confunde apreciar lo que se tiene con conformarse. Debería ser todo más fácil, o más correcto, más ordenado.

Más justo.

Y mientras lloras. O escribes. O te ahogas. O de todo un poquito.

O mientras finges. Y cada vez todo importa un poquito menos. Te hundes un poquito más.

Y, ¿qué es lo importante?