A la mierda la censura

¿Quieres saber qué eres para mí?
Como empezó, ya lo sabes. Desde q nos conocimos no he parado de pensar en ti. Y no sólo como una amiga. Algunas veces sí, claro. Cuando intentaba olvidarme, y parecía q lo conseguía. Un poquito.
Después no nos vemos, pero seguimos hablando. Pasa el tiempo y a temporadas consigo dejar de pensar tanto en ti, olvidarme un poco. pero no olvidarte. De vez en cuando dices algo, sin intención. O sí, quién sabe... Y me lo recuerdas todo. Todo lo que siento por ti. Y todo vuelve a empezar, todo lo que nunca ha parado en realidad. Y vuelvo a pensar que quizá sí que haya un futuro para ti y para mí, que quizá si esté hecha para ti y quién sabe... que si tuvieramos más tiempo, nos saldría bien.
Como eso que siempre se está esperando y nunca llega pero sigues esperándolo como si pudiera estar justo a la vuelta de la esquina. Porque en el fondo, o ni siquiera en el fondo, sabes que va a pasar, porque tiene que pasar. Porque lo sientes, porque lo ves. A lo mejor son imaginaciones mías. Pero creo que te conozco. Y también sé que me conoces, aunque seguramente muchas veces te parece que no. También sé que no te lo quieres creer, pero lo sabes perfectamente. Y no es inseguridad, no te confundas... Lo mío sí, pero compréndeme, no me guías demasiado bien entre tanta señal contradictoria.
Cuanto más intento olvidarme, más lo revuelvo todo en lugar de enterrarlo. Y es porque intento aparentar que ya no siento nada frente a ti. Quizá consigo darte esa impresión pero lo cierto es que no lo consigo y a mí misma no me llego a engañar ni por un segundo. Intento disimular... y todo me sale mal.
Y vuelta a sentirme mal por lo mal que lo he hecho siempre.
Eso es.